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martes, 23 de febrero de 2021

LA POBREZA ENERGÉTICA, MÁS PELIGROSA LO QUE IMAGINAMOS

Es un día de invierno y llegáis a casa, encendéis la luz, y la calefacción ya está conectada. Encendéis la cocina y os preparáis una cena caliente. Después os dais una ducha caliente y os ponéis a ver vuestra serie favorita de Netflix antes de acostaros. 
He podido describir perfectamente la rutina de cualquiera de vosotros, pero ahora que me diríais si llegáis a casa y no podéis encender la luz, la casa está a 8ºC porque no hay calefacción, o no te puedes permitir conectarla, y no podéis encender la cocina para prepararos una cena caliente, por no decir que no os podréis duchar porque el agua estará helada y mucho menos podréis ver la tele o una serie en el ordenador. A esta triste realidad se enfrentan miles de personas en toda España, y hoy os he querido mostrar esta otra cara de la moneda a través de una noticia que ha sucedido hace recientemente poco en Cáceres: 

Los protagonistas de esta noticia, según cuenta la prensa, habrían intentado encender una chimenea con gasolina, y en consecuencia se habría producido un incendio que al final se descontroló, quedándoles secuelas como las manos y el rostro quemados a los implicados. 
Aunque no aparezca como tal así nombrado en la prensa, se podría hablar aquí de un caso de pobreza energética, y es que la gente tiene que volver a recurrir a métodos tradicionales para poder sobrellevar el invierno. 
Estos métodos tradicionales pueden ser las estufas de leña, las estufas de butano e incluso los braseros de picón para calentar las viviendas y mantenerlas "confortables" pese al peligro que conlleva su manejo y la mala combustión que estos pueden producir. Las personas tienen que volver a recurrir a estos sistemas porque no se pueden permitir pagar la factura de la luz y se aferran a cualquier otra cosa que les permita tener una calidad de vida aceptable. Aquí quería enlazaros con otra noticia que habla de la brecha que crea la pobreza energética;
De esta noticia voy a rescatar las siguientes frases: "La pobreza energética ya afecta a casi un 10 % de la población" y "Según Eurostat, nuestro país es el cuarto europeo con la energía más cara". Pero más allá de la gran cantidad de población que se encuentra en esta situación en el artículo nos hace ver que somos el cuarto país de veintisiete países con la tasa de la luz más alta, por no hablar que más de la mitad de la factura son impuestos.
Otro dato que destaca este artículo es el cómo esto afecta a niños y adolescentes que no quedan excluidos de esta situación y les afecta en su vida cotidiana, ya que al no tener acceso a la electricidad como bien dice en el artículo, en esta "nueva normalidad" están en desventaja respecto al resto de sus compañeros creándose una nueva brecha, una brecha digital, que afectaría directamente a la accesibilidad de los niños a una educación digna.                                                          
Hace poco en Pedagogía Social hablábamos del estado del bienestar, donde los pilares de este eran la salud física, psicológica y social. En el artículo también se hace referencia a los efectos físicos y psicológicos que genera esta situación ya que muchas familias carecen de agua caliente, calefacción o la posibilidad de poder comer caliente. 
Os dejo este enlace para que podáis ver una realidad en plena capital, en la que los niños no pueden tener una vida digna ni poder utilizar los medios tecnológicos que los centros educativos les han facilitado porque no tienen donde enchufarlos;
A parte de la capital, esta situación se sucede en otros sitios de nuestro país, y Extremadura como vemos con los anteriores ejemplos, no queda exenta;
Me gustaría abrir un debate sobre a qué otros campos creéis que se extiende también este problema de la pobreza energética y que soluciones podríamos adoptar para que beneficiara al mayor número de hogares posibles.

5 comentarios:

  1. Algo tan básico como es el ducharse, o encender la luz cuando es de noche muchas personas en el mundo no pueden hacerlo, me parece muy interesante que des "voz" a la llamada "pobreza energética" ya que, y me incluso personalmente, se desconoce un poco este término pero a día esto sucede en muchos hogares de España y del mundo. Es cierto que en el medio rural se dan mas casos de la utilización de métodos tradicionales cómo puede ser el brasero de picón, pese a los efectos secundarios que puede ocasionar. Pero sí es cierto, que hay un gran porcentaje de personas que no pueden permitirse pagar facturas de luz y más con el gran IVA que tiene actualmente. Pienso que al ser un problema que esta a la orden del día, hay que ser conscientes de ello y para ello nuestro papel como futuros educadores/as sociales tendrá que tomar medidas para que todo el mundo pueda tener las necesidades básicas cubiertas sin poner en riesgo sus vidas.

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    1. Muchas gracias por tu comentario Anabel. Me alegra que esta publicación haya ayudado a informar más a la gente y concienciarla con este tema. Es una realidad que desgraciadamente sufren muchas personas y como futuros Educadores Sociales, siento como tú, que tenemos también un compromiso con ellos.

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  2. Enhorabuena compañera! Me parece un tema súper importante que necesita ser visibilizado y tú has contribuido en ello de una muy especial y con mucha empatía.
    Tristemente, las personas que sufren este tipo de pobreza no cuentan con demasiados recursos para hacer visible su situación. Como futuras Educadoras Sociales, debemos conseguir que se les escuche y se tenga consciencia del grave problema existente tanto en España, como en el resto del mundo.

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    1. Muchas gracias por tu comentario! Estoy totalmente de cuerdo contigo. Como futuras Educadoras Sociales es nuestro deber defender y dar voz a estas personas, y sobre todo, visibilizar esta situaciòn en la que viven, ya que, desencadena otras iguales o peores.

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  3. ¡Hola Inma!
    Comenzaré dándote las gracias por haber llevado este tema al campo de los blogs, ya que es un problema que cada vez afecta más a las familias, y es un tema que necesita visibilidad, puesto que apenas la gente es consciente del número de personas que viven en esas condiciones e incluso peores. Una vez más esto proviene del consumismo al que estamos arraigados, unos consumen más y más y más y otros cada vez menos y menos y menos, cuando deberían consumir por igual para que todos pudiésemos gozar de ese derecho, como dice la frase "debes conformarte con poco", debemos conformarnos con lo que cubra nuestras necesidades y no nuestros deseos, ya que si pasa esto último al cumplirse el deseo de uno se le arrebata a otro.

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